Ayer yo anunciado en Instagram sobre por qué razón decidimos no emplear el castigo en nuestra hija (no hacemos encomios o premios, puedes leer una publicación vieja sobre esto aquí). Ciertos de ustedes han comentado algo como “está bien en el momento en que solo tienes un hijo, pero ¿qué sucede en el momento en que tienes una familia mayor y los pequeños pelean? ¿De qué manera se puede sostener a todos seguro (y cuerdos)? ”.

Entonces, el día de hoy deseaba charlar un tanto sobre lo que pasa en vez de los castigos, pues aún puedes sostener a todos seguro sin castigo, tiempo fuera o tomar momento de libertad de la tablet.

¿Las malas novedades? No es tan simple como castigar y necesita mucho más práctica, reflexión y energía como padre.

La buena nueva es que esta paternidad no solo actúa como una solución de parche adhesivo, sino apoya a su hijo y a su cerebro desarrollandose a lo largo de los próximos años (las indagaciones demostraron constantemente que el castigo no marcha y de todos modos lleva a un incremento en hábitos “conflictivos” y una disminución en los hábitos prosociales, donde uno queda atrapado en un período de castigo + hábitos desafiantes).

Progenitores sin castigo

“No deseo castigar ni sobornar, hago todo lo que resulta posible por sostener la tranquilidad y tengo un fuerte vínculo con mis hijos. En el momento en que actúan de una forma inaceptable, soy cariñosa pero estable: poseemos límites saludables y mi hijo es amado incondicionalmente. Pero pese a todo lo mencionado, prosiguen pegando a sus hermanos / empujando / tirando comida / mordiendo / dibujando en las paredes / no escuchan. ¡Asistencia! La paternidad amable no marcha para mi hijo. ¿Indudablemente precisan un castigo para comprender el bien del mal? “

¿Te suena familiar? Si te sientes de este modo, verdaderamente puedo sentir empatía; asimismo he tenido esos sentimientos anteriormente. Es bien difícil en el momento en que nuestros hijos se comportan de una forma que es bien difícil, vergonzosa o desencadenante para nosotros como progenitores, singularmente en el momento en que asimismo ponen bajo riesgo a un hermano. Tras todo, nuestro trabajo es criar pequeños educados, serviciales y afables, el género de pequeños ¿Quién jamás tomaría un estegosaurio de plástico y lo golpearía en la cabeza del bebé?. ¿Acertado?

Pero, ¿puedo decirte algo? Como padre, el accionar de su hijo no es algo que verdaderamente logre, no deba, supervisar. En verdad, la mayor parte de las ocasiones el accionar “problemático” de su hijo no es un inconveniente en lo más mínimo. Escúchame…

Los pequeños son mucho más que su accionar

La multitud frecuenta charlar del accionar de los pequeños tal y como si tenga existencia de manera apartada. O sea tan recurrente en la crianza clásico en estos días que pocas veces se piensa o se cuestiona. El accionar y los hábitos se ven como cosas en las que se puede entrenar a los pequeños desde fuera o desde dentro, a través de el castigo o el elogio.

De nuevo, como hago con frecuencia, recurro a Alfie Kohn:

“En el momento en que charlamos regularmente sobre el accionar de un niño, actuamos tal y como si nada importase salvo las cosas que están en la área. No tiene que ver con quiénes son los pequeños, qué opínan, sienten o precisan. Olvídate de motivaciones o valores: la iniciativa es solo cambiar lo que hacen ”.

Esta aquí:

“Un niño ‘bueno’ es aquel que no da bastantes inconvenientes a los mayores. A lo largo de las últimas 2 generaciones, las tácticas para intentar generar ese resultado tienen la posibilidad de haber cambiado. Donde los pequeños en algún momento fueron sometidos de manera regular a severos castigos anatómicos, en este momento tienen la posibilidad de ser sentenciados a tiempos fallecidos o recibir recompensas en el momento en que nos obedecen. Pero no confunda nuevos medios con nuevos objetivos. La meta todavía es el control, si bien lo consigamos con métodos mucho más modernos. Esto no es porque no nos preocupen nuestros hijos. Tiene mucho más que ver con estar abrumado por las incontables presiones prosaicas de la vida familiar, donde la necesidad de que los pequeños entren y salgan de la cama, la bañera o el vehículo hace difícil ofrecer un paso atrás y valorar lo que hacemos “.

Y a Alison Gopnik:

“Nuestro trabajo como progenitores no es hacer un género de niño particularmente. En cambio, nuestro trabajo es proveer un espacio protegido de amor, seguridad y seguridad donde los pequeños de varios tipos impredecibles logren progresar “.

En el momento en que comprendemos que el accionar de los pequeños es una manera de comunicación, de pronto dejamos de procurar arreglarlo y comenzamos a procurar llevarlo a cabo. comprender las pretensiones de nuestros hijos.

En el momento en que comprendemos que los pequeños son inherentemente buenos, dejamos de procurar supervisarlos y en su rincón, empieze a buscar maneras de conectarse.

En el momento en que comprendemos que varios hábitos “conflictivos” son verdaderamente apropiados para el avance, dejamos de estar preocupados y sentimos compasión en vez de molestia, furia, vergüenza o temor.

Es muy normal que los pequeños superen los límites, se sientan frustrados y expresen esa frustración al pegar o mover, que su abrumamiento se manifieste como pataletas, que su falta de autocontrol se manifieste como impaciencia o que se sujeten o escapen en el momento en que les solicitamos estar cerca. Lo que precisan de nosotros no es que los castiguemos o los hagamos correr para procurar cambiar su accionar. Precisan que sostengamos su espacio (y nos ciñamos a nuestros límites), que los defendamos en frente de un planeta mucho más extenso que puede no comprender que su accionar es habitual desde la perspectiva del avance, y que les proporcionemos un trasfondo incesante de amor y aceptación. ayúdelos a comprender las cosas.

Es mas facil decirlo que llevarlo a cabo. ¿verdad? Entonces, ¿de qué forma se ve esto?

Si alguien está verdaderamente bajo riesgo de ser herido, debe intervenir inmediatamente.

  • Entra y mantén a todos / todo seguro. Esto podría representar tomar la mano de su hijo, abrazarlo, levantarlo, eliminar el boli con el que está dibujando o la pelota que le está lanzando a su amigo, o pararse entre 2 pequeños. Esto debe hacerse con amor y amabilidad; recuerde, el propósito no es castigar, sino más bien … asista a su hijo a llevar a cabo lo que precisa realizar.
  • Dígales por qué razón hace esto, pero no es requisito que siga por bastante tiempo. Sencillamente explique que precisa sostenerlos a ellos y a todos los otros seguro o que no dejará que dañen nada. “¡Oh! Veo que andas verdaderamente fallido pues Ellie tomó tu camioneta, pero no puedo dejar que te golpee. Mantendré tus manos aquí hasta el momento en que sientas que puedes sostener a todos seguro”.
  • Empatiza y conecta con sus sentimientos. “Sé que estabas gozando bastante dibujando en esa pared y andas enojado pues te detuve. Está bien enfadarse en el momento en que no puede realizar lo que tiene ganas de realizar. ¿Deseas un abrazo? “
  • Considere cuáles de las pretensiones de su hijo tienen la posibilidad de no estar cubiertas en ese instante. ¿Ellos están cansados? ¿Hambriento? ¿Abrumado? ¿Precisas espacio para jugar sin interferencias?
  • En el momento en que todos estén un tanto mucho más relajados, hable sobre de qué manera su hijo podría estimar realizar las paces (“¿De qué manera limpiamos la pared?”) O qué podría realizar la próxima vez que se sienta de este modo (“La próxima vez que levante su juguete, ¿qué podrías realizar en vez de pegar? Vamos a escoger una keyword particular para chillar en el momento en que precises mi asistencia “).

No obstante, si no hay un riesgo inmediato para la gente u elementos, posiblemente quiera adoptar un enfoque un tanto menos implicado y proporcionarles a sus hijos espacio para solucionar las cosas (con su acompañamiento si es requisito). Puede escucharse como una “transmisión deportiva” o contar la situación de forma neutral.

Desgarrar y agarrar es muy, común en los pequeños pequeños y normalmente es una época del avance que desaparece conforme medran. Mi prioridad es, dentro de lo posible, dejar que los pequeños trabajen juntos brindándoles acompañamiento sensible y continuando Muy cerca para eludir una escalada. La estabilidad entre respetar a los pequeños comprometidos en la disputa y proporcionarles tiempo y espacio para llegar a una solución, y asegurar que se respeten las fronteras y que todos estén seguro, es bien difícil, pero es esencial que los pequeños tengan espacio para procurar resolverlos. las cosas usted mismo sin la intervención de un adulto. Una enorme herramienta para respaldar a los pequeños en esta situación es el sportscasting “(” Veo que los dos desean jugar con ese juguete, pero Jane juega con él y no semeja que haya terminado “. O” Estabas jugando con la muñeca y en este momento lo contamos. Tiene Milly, puedo ver lo triste que te sientes “) y animar a los pequeños a localizar una solución por sí solos (” Está bien, entonces los dos desean jugar con la pelota rosa. ¿Qué tenemos la posibilidad de llevar a cabo? “) O prestar ciertas opciones (” ¿Observaremos si logramos hallar mucho más pelotas? ¿Y si Peter te afirma cuándo terminó y después puedes tener un turno? “).

¿Qué ocurre si quiere acrecentar aún mucho más las relaciones entre hermanos?

Como padre, no puede asegurar lo bien que se van a llevar sus hijos. Hay tantas cambiantes, incluyendo las diferencias de edad y personalidad, que afectarán su relación en distintas instantes. No puede eludir que sus hijos discutan, pero hay cosas que puede realizar para promover las relaciones positivas entre hermanos.

  • Confía en su amabilidad. Aun en el momento en que las cosas son verdaderamente bien difíciles. Recuerde que hacen todo lo que es posible ahora mismo y lo pequeños que son.
  • Manténgase distanciado de la confrontación. Las comparaciones que hacen los progenitores entre hermanos tienen la posibilidad de dañar no solamente la relación con su hijo, sino asimismo tienen la posibilidad de socavar las relaciones entre hermanos. Es natural cotejar a sus hijos: ¿no durmió ella toda la noche a esta edad? ¿Estoy convencido de que James se encontraba sentado ahora mismo? – pero intente no permitir que esto se alargue a su paternidad. Si siente que hace una comparación, respire hondo y cuente hasta diez. Si regularmente me compararan de manera negativa con alguien.
  • Deje todos y cada uno de los sentimientos. Puede ser bien difícil sentir que su primogénito detesta a su nuevo hermano y desea despedirlo, pero en vez de decir “verdaderamente no cree eso, verdaderamente lo quiere”, dele un espacio seguro para expresarse. Más allá de que tener hermanos puede ser fantástico, asimismo puede ser bien difícil para los pequeños que sienten que tienen oponentes por el aprecio de sus progenitores. Admita que todos y cada uno de los sentimientos son válidos y que las expresiones supuestamente humillantes solo manifiestan una necesidad (en un caso así, quizás “Me siento solo” o “Necesito calma”).
  • Note los instantes de calidez y conexión entre hermanos. Puede ser simple concentrarse en los instantes bien difíciles, pero tómate un tiempo para absorber los instantes de amabilidad, ¡si bien sean breves!
  • Escuche a todos con imparcialidad. En ocasiones puede ser simple sacar conclusiones precipitadas antes de haber escuchado toda la historia. En el momento en que haya una discusión o alguien haya lastimado a otra persona, respire hondo, deténgase un instante y después escuche lo que cada niño debe decir, sosteniendo la neutralidad y repitiendo lo que escuche.
  • Dale a los hermanos el espacio para solucionar las cosas … o cuando menos el espacio para evaluar, ¡en lo lógico! Demuéstreles que confía en ellos para hacer la relación que les ande. En vez de saltar en el instante al arbitraje o finalizar una discusión, espere y vea si sus hijos van a poder solucionar el inconveniente por sí solos, quizás mientras que emiten deportes. En ocasiones, la resolución alcanzada puede no ser la que usted hubiese escogido, pero intente respetar la resolución que hayan tomado sus hijos.
  • … Pero no tema intervenir, en especial si un hermano amedrenta al otro o si alguien corre el peligro de salir lastimado. Las vivencias tempranas chocan el avance del cerebro y ser hostigado en el hogar puede conducir a peores desenlaces de salud psicológica más adelante. Si alguien se lastima, intente disculparse “Siento no haber intervenido antes, no me percaté de lo enojado / incómodo que se sentía”. Esto suprime una parte de la culpa y la vergüenza del niño que fue belicoso en un caso así (como entendemos desde el momento en que examinamos la empatía, la vergüenza puede parar el avance de la empatía).

Y si tienes una familia mucho más grande y deseas una aceptable inspiración para los progenitores, quizás desees procurarlo. aquí, aquí, aquí Y aquí. Existen muchas otras, ¡pero estas son 4 familias que he seguido a lo largo de un buen tiempo!

Y en un medio plazo, da igual de qué manera sea tu familia …

  • Esfuércese por entender qué esperanzas son razonables para la edad y la etapa de avance de su hijo: lea libros, busque publicaciones en weblogs, busque información (¡de qué manera tomar una extraordinaria clase para progenitores!) O comuníquese con amigos de ideas similares para conseguir acompañamiento y consejo. Entender lo que sucede en el avance de su hijo puede sacarle una enorme carga de la cabeza y asistirlo a relajarse a sabiendas de que no se están “portando mal”, solo hacen lo que hacen los pequeños de su edad.
  • Ahora, revise el accionar de su hijo y lo que podría hacer llegar; por poner un ejemplo, las pataletas regulares tienen la posibilidad de ser una señal de estar abrumado. ¿Existe alguna necesidad insatisfecha que logre detectar? ¿Precisa recargar su conexión? ¿Es su ambiente un espacio que apoya la independencia de su hijo?
  • Verifica tus límites: ¿prosiguen siendo correctos? En el momento en que los pequeños son pequeños, ciertos límites precisan una reevaluación recurrente para cerciorarse de que aún sean seleccionables. ¿Sostiene estos límites con seguridad, solidez y amor, o su hijo siente la necesidad de colocarlos a prueba o de poner a prueba su contestación cariñosa?
  • Modele el accionar que le agradaría ver en sus hijos. Si deseas un bebé ordenado, límpiate en frente de él con alegría. Si deseas un niño educado, sé educado con él. Si desea un niño que no grite ni dé órdenes a otros pequeños, no le grite ni le dé órdenes a su hijo. Podría continuar, pero da la iniciativa.

Recuerde que la crianza de los hijos no es un juego en un corto plazo, que debe recurrir a resoluciones en un corto plazo. No tengo ninguna duda de que en un corto plazo es completamente viable sobornar a un niño a fin de que actúe de determinada forma o conminarlo con castigarlo a fin de que abandone un accionar que le molesta. Pero con el tiempo, esto verdaderamente marcha versus nuestras misiones de crianza.

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Fuente: fridabemighty.com

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