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La importancia de la estimulación sensorial temprana en el desarrollo infantil de los niños y niñas.


​La importancia de la estimulación sensorial temprana en el desarrollo infantil de los niños y niñas por 

Sara Williams.





Como CEO de La Molona Kids y mamá de 5 polluelos maravillosos, he visto de primera mano el impacto transformador de la estimulación sensorial temprana en el desarrollo de los niños y las niñas. 

En los primeros años de vida el cerebro de un niño es como una esponja, lleno de potencial y ansioso por absorber todo lo que el mundo tiene para ofrecer.

Es en esta etapa crítica donde la estimulación sensorial juega un papel fundamental, no solo activando y fortaleciendo las conexiones neuronales, sino también construyendo la base para el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y socio-emocionales. 


Imagina a un niño explorando diferentes texturas, colores y sonidos; cada nueva experiencia sensorial es una oportunidad para aprender, crecer y conectar. 

La plasticidad cerebral en esta etapa significa que el cerebro está excepcionalmente receptivo y adaptable a estas experiencias, lo que es crucial para su desarrollo integral. 


La exposición temprana a una rica variedad de estímulos sensoriales enriquece su mundo, fomenta su bienestar emocional y sienta las bases para el aprendizaje futuro. 


En La Molona Kids nos dedicamos a crear experiencias que nutren y estimulan a los niños y niñas de manera integral, porque entendemos que la estimulación sensorial no solo es esencial para su desarrollo cerebral y emocional, sino que también prepara a los niños y niñas para una vida llena de curiosidad, empatía y éxito. 



La importancia de las conexiones neuronales en la estimulación sensorial temprana. 


Hablemos un poco más sobre las conexiones neuronales, algo fascinante y crucial en el desarrollo de nuestros hijos e hijas. 


Como os comentaba antes, durante los primeros años de vida, el cerebro de nuestros peques está en su momento más plástico, lo que significa que es especialmente receptivo y adaptable. 


Cada nueva experiencia sensorial ( ya sea tocar una superficie rugosa, escuchar una melodía, o mirar un objeto colorido) activa diferentes áreas del cerebro y fomenta la creación de conexiones neuronales. 


Imagínate que las conexiones neuronales son como caminos en un mapa. 

Cuantas más experiencias sensoriales tenga tu hijo, más caminos se crean. 

Estos caminos, o sinapsis, permiten que las señales eléctricas viajen entre las neuronas de manera eficiente, lo que facilita el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades. 


Por ejemplo, cuando tu peque juega con arena o agua, no solo está disfrutando de una actividad divertida y del “guarreo”, sino que está fortaleciendo las conexiones en su cerebro relacionadas con el sentido del tacto, la coordinación ojo-mano y la resolución de problemas. 

La textura de la arena y la fluidez del agua ofrecen experiencias táctiles únicas que ayudan a desarrollar estas habilidades de manera integral. 


Manipular plastilina o masas no newtonianas proporciona una rica experiencia táctil que promueve el desarrollo de la destreza manual y la coordinación. 

En nuestro último taller de “El secreto del Dragón” en La Molona Kids Galileo, hicimos huevos de dragón a partir de masa no newtoniana. Fue fantástico ver cómo los niños se involucraron y se maravillaron con la actividad. Al manipular la masa no newtoniana, experimentaron de primera mano cómo sus acciones podían cambiar la forma y la textura de la masa. Este tipo de interacción no sólo les enseñó sobre la causa y el efecto, sino que también fomentó la creatividad y la experimentación sin olvidar que a la vez estábamos potenciando el orgullo y la autoestima de cada uno de los niños al haber creado desde 0 todas estas actividades. 


Ver a los niños trabajar con este tipo de masas y realizando este tipo de experimentos, fue un recordatorio claro de cómo una experiencia sensorial rica puede tener un profundo impacto en el desarrollo neuronal. 


Mientras creaban sus masas y construían sus propios huevos de dragón, se observaba como sus pequeñas manos exploraban las propiedades únicas de la masa, alternando entre un estado sólido y líquido según la presión aplicada.

Además de todo lo comentado anteriormente, este proceso no solo mejoró su destreza manual y coordinación, sino que también estimuló su curiosidad científica y su capacidad para formular hipótesis sobre el comportamiento de los materiales.


Cada experiencia sensorial repetida fortalece estas sinapsis, haciendo que los caminos se vuelvan más rápidos y eficientes. Es como si, con cada repetición, esos caminos se pavimentaran mejor permitiendo un tránsito más fluido de la información. Esto es crucial porque un cerebro bien conectado es capaz de procesas la información más rápidamente y de manera más eficiente, lo que es fundamental para el aprendizaje continuo y el desarrollo de nuevas habilidades fundamentales. 


Tampoco podemos olvidar que, estas conexiones neuronales no solo impactan en el desarrollo cognitivo, sino también el emocional, Siguiendo el ejemplo que os he puesto con la actividad que hicimos en el taller de “El secreto del Dragón” al manipular masas no newtonianas, plastilinas, pastas de modelar o arenas especiales, los niños y niñas no solo están desarrollando habilidades motores y cognitivas, sino que también están estimulando áreas del cerebro relacionadas con las emociones y la memoria. La sensación de moldear y cambiar la forma de la masa puede ser increíblemente calmante y satisfactoria para nuestros pequeños, ayudándoles a regular sus emociones y a sentirse más tranquilos y seguros. Así una simple actividad como manipular materiales de este tipo puede convertirse en una herramienta poderosa para la regulación emocional y el bienestar. 


Cada vez que estimulas los sentidos de tu hijo o hija con nuevas experiencias, estás ayudando a construir un cerebro fuerte y flexible, lleno de conexiones robustas que que le permitirán aprender, adaptarse y prosperar. 



¿Pero cómo y cuándo empiezo? 


Cuando se trata de introducir la estimulación sensorial temprana en la vida de tu hijo o hija, no hay un momento exacto ni una fórmula exacta. Cada niño es diferente se desarrolla a su propio ritmo, algo que he aprendido bien con mis cinco hijos, cada uno único y especial a su manera. 

Desde mis propias experiencias como madre y CEO de La Molona Kids, te recomendaría empezar desde el principio, desde que son bebés. Recuerdo que con mis hijos , cada uno respondía de manera distinta a diferentes estímulos. Por ejemplo, mi hijo mayor disfrutaba mucho de jugar con bloques de construcción desde muy pequeño, mientras que mi hija menor mostraba mayor interés por las actividades sensoriales que involucraban colores, arte y texturas variadas, como la pintura con los dedos, o la exploración con diferentes masas. 


A medida que han ido creciendo, he adaptado las actividades según sus intereses y nivel de desarrollo. La clave ha sido seguir su ritmo y observar qué actividades les resultan más estimulantes y enriquecedoras. Creo firmemente en que la estimulación sensorial no solo promueve su desarrollo cognitivo y físico sino que también fortalece nuestro vínculo emocional a través de momentos compartidos en exploración y descubrimiento. 


Lo importante es no olvidar que cada niño es único y que lo importante es ofrecer un entorno rico en estímulos y oportunidades de aprendizaje que se adapten a sus  necesidades individuales. 


Confía en tus instintos como madre/padre y sobretodo disfrutad del viaje de descubrimiento sensorial con vuestros hijos e hijas. 




Rechazo a la exploración sensorial: 


Hay muchas mamás y papás que me dicen que sus hijos o hijas muestran cierto rechazo a la exploración sensorial y a ciertas texturas, o que simplemente no quieren ensuciarse. Es una preocupación común y totalmente comprensible. 

Como os decía antes, cada niño es único y puede tener sus propias preferencias y desafíos cuando se trata de actividades sensoriales. 

Para terminar este artículo quiero compartirte algunos consejos que pueden ayudarte a introducir un programa sensorial en el día a día de tus peques: 



1- Introduce gradualmente: Comienza con actividades sensoriales simples y aumenta la complejidad gradualmente según la comodidad de tu hijo. Empieza con texturas suaves y familiares, como telas de diferentes tipos o juguetes con superficies variadas.


2- Respeta las preferencias: Es importante respetar las preferencias de tus hijos. Si muestra rechazo a ciertas texturas o actividades, no lo fuerces. Busca alternativas que puedan ser aceptables para él o ella. Es súper importante dejar que todo fluya y respetar su propio ritmo. 


3- Crea un ambiente seguro: Asegúrate de que el entorno donde realizas las actividades sensoriales sea seguro y cómodo para tu peque. Utiliza materiales que sean fáciles de limpiar o que minimicen el desorden, como bandejas para contener las pinturas, as masas, arenas o el material que vayas a usar. Darle simplicidad a esto te permitirá como mamá o papá mantener una constancia en las actividades que desarrolléis en casa. 


4- Modela el comportamiento: Los niños están más dispuestos a probar nuevas experiencias si ven al adulto participar activamente y disfrutar de la actividad. Únete a ellos en la exploración sensorial para mostrarles que es seguro y divertido. Utiliza ropa que no te importe que se manche o dañe, tu comportamiento en este sentido tiene mucho impacto sobre los niños y niñas que imitarán el cómo te afecta si te manchas o no la camiseta que llevas puesta. 


5- Incorpora elementos familiares: Introduce actividades sensoriales utilizando elementos que tu hijo ya conozca o disfrute. Por ejemplo, si le gusta jugar con ciertos juguetes, intégralos en actividades sensoriales para hacer la experiencia más familiar y reconfortante. 


6 Celebra el progreso: Reconoce y celebra cualquier intento o avance que haga tu hijo o hija en la exploración sensorial por pequeño que sea. Esto refuerza positivamente su disposición participar en nuevas actividades. 


7- Consulta con un profesional: Si el rechazo persiste, considera hablar con especialistas en desarrollo infantil. Por ejemplo, en La Molona kids podemos ofrecerte estrategias personalizadas y herramientas para ayudar a superar las barreras sensoriales. 



Recuerda que cada niño tiene su propio ritmo y estilo de aprendizaje. Lo más importante es crear un ambiente de apoyo y comprensión mientras exploran el mundo sensorial que les rodea. 

¡Ánimo y sigue siendo una gran fuente de apoyo para tu pequeñ@ explorador@!



Feliz semana familias. 


Un abrazo fuerte. 


Sara.


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